sábado, 2 de febrero de 2008

¿USTED DESEA QUE SU HIJO SEA FELIZ?


¿UD DESEA QUE SU HIJO SEA FELIZ?
ALBA LUCIA CASTRO

No se si Usted, pero todo ser humano en lo más recóndito de su pensamiento y su corazón desea ser feliz, aun sin tener claro que es felicidad. Igualmente, la mayoría de quienes han tenido hijos, lo que más desean es que sus hijos sean felices, aunque no sepan como enseñarlos a ser felices.

Creen que dejar que el niño haga lo que le venga en gana es hacerlo feliz; creen que si no le dan todo lo que el pide, es crearle traumas y hacerlo infeliz…. otros creen que hay que maltratarlo y hacerlo sufrir para que a punta de golpes aprenda a ser verraco, porque la vida es dura, injusta y no existe la felicidad. ¡Que barbaridad! Eso es como confundir la gimnasia con la magnesia.

Un niño necesita ser escuchado, que sus padres opinen sobre sus ideas, le aclaren dudas y que le den ánimo cuando se siente frustrado. Los niños se alegran cuando reciben las cosas materiales, pero la novedad pasa y la emoción también.

Sin embargo, si Usted le da más de lo que necesita para reemplazar el tiempo y la atención que no le puede dar, entonces el niño aprende a pedir cada vez más, porque es la forma de llamar la atención de sus padres.

El hijo de padres demasiado rudos o muy satisfactores, siente que sus padres son injustos, ambiguos o débiles, por lo cual se siente inseguro, ansioso, estresado y por eso se pone intenso y necio, pues necesita urgentemente que ellos establezcan normas justas, principios y valores permanentes, él necesita guías estables para aprender a comportarse.

Los niños mal atendidos, se vuelven exigentes, manipuladores y si para completar pasan mas de 1 hora diaria, viendo en TV programas violentos y deseducantes, se vuelven groseros, agresivos e irrespetuosos hasta con sus padres, por eso tienen problemas en el colegio y en la sociedad, lo cual les causa infelicidad.

Si Usted quiere que su hijo sea feliz, no le diga que la vida es terrible y que la felicidad no existe. Enséñele que la vida es un reto a su inteligencia, responsabilidad y voluntad para realizar grandes metas y resolver cualquier problema. Por tanto no le resuelva todo, enséñelo a pensar y decidir como resuelve sus pequeños problemas.

Hágale ver que la felicidad no es tener todo ni hacer todo lo que se le antoje Enséñele que ser feliz es sentirse orgulloso de si mismo porque es capaz de hacer las cosas rectamente y bien; porque sabe amar y respetar y por que cuenta con la atención, el amor incondicional y el respeto de sus padres.

¿Qué tal si deja de estar trabajando horas extras para conseguir dinero extra para comprarle cosas extras a su hijo, e invierte ese tiempo en jugar con él, escucharlo y enseñarle a adaptarse a la realidad; y ante todo, a hacerlo feliz con pequeños detalles de verdadero amor y demostración de afecto?


Si nacieramos sabiendo el camino de la vida, quizás vivirla no sería un reto encantador....

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