sábado, 2 de febrero de 2008

MILES DE NIÑOS COLOMBIANOS SUFRE... MUEREN... DIA A DIA



EL SECUESTRO MATA EN VIDA
ALBA LUCIA CASTRO

El ser humano, como animal racional tiene derecho a vivir, a nutrirse, desarrollarse física y emocionalmente. Tiene el derecho y el deber de satisfacer sus propias necesidades de subsistencia, protección, afectividad, participación en su grupo familiar y social, a usar su inteligencia, a ejercer su libertad, a amar, a recibir amor y a lograr su propia realización y trascendencia.

Los hijos indefensos de cualquier especie, son protegidos por los adultos, y cuidados por sus padres hasta cuando son capaces de vivir por si mismos. Los derechos de los niños y adolescentes pueden dividirse en las siguientes categorías:
· Derechos a la supervivencia: que buscan proteger y garantizar el derecho a la vida y a satisfacer sus necesidad más básicas, como el alimento, el abrigo y la protección de la salud.
· Derechos al desarrollo: que buscan proteger y garantizar su desarrollo pleno (físico, espiritual, moral y social), como el derecho a
educación, a la cultura, al juego y la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
· Derechos a la protección: que buscan proteger y garantizar que no sean objeto de abusos, negligencia y explotación, como el derecho al
nombre (identidad), nacionalidad y cuidado
· Derechos a la participación: que buscan proteger y garantizar su participación en las decisiones que les afectan y en las actividades de sus comunidades locales y
países, como la libertad de expresión.
· Derechos a ser escuchado: que buscan proteger y garantizar su respeto por los demás. Por que si no escuchas a un niño, el niño tampoco escuchara a los demás (es para su educación).

En todo el universo, por ley natural, divina y humana, está prohibido atentar contra la vida, pero el secuestro atenta contra los derechos a ser y a vivir como persona, el derecho a satisfacer sus necesidades, a ejercer su libertad responsable y a hacer acopio de su voluntad para lograr su propio desarrollo, el de su familia y su entorno social.

El secuestro es mantener una persona muerta en vida. El secuestro es una tortura permanente porque niega el derecho a ser escuchado, a comunicarse; el secuestrado es amenazado, humillado, encadenado, esclavizado, maltratado y cuando está enfermo no tiene atención adecuada. El secuestro deja traumas y consecuencias irreversibles.

En Colombia hay muchos miles de niños y adolescentes que han sido “reclutados” y que sufren lo mismo que los secuestrados.

Mañana 4 de febrero vistamos camisetas blancas y a las 12 salgamos a la calle a exigir que liberen los secuestrados y que se respete el derecho a la vida humana de todos los colombianos y que se acaben los grupos armados. Si nacieramos sabiendo el camino de la vida, quizás vivirla no sería un reto encantador....

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